Reflexiones Personales
Bienestar psicológico, salud y calidad de vida.
Nuestra época está bombardeada de propuestas de valores humanos sin sentido ni proyección; que distan mucho de contribuir hacia la construcción de una sociedad vinculante que se caracterice por la convivencia armónica, el aprendizaje recíproco y el respeto a las propias normas y códigos sensibles que nacen intuitivamente en la práctica diaria.
El refuerzo tecnológico combinado con actitudes aprendidas y elegidas cada día, cuando nos relacionamos desde el contexto más cercano hacia el más lejano, porque somos parte de un micro y un macrosistema, ha producido una ruptura prolongada de expresiones sociales trascendentes.
¿Qué entendemos de las variables?
Tomando en cuenta la Escala de Bienestar Psicológico de José Sánchez-Cánovas, encontramos cuatro subescalas:
Bienestar psicológico subjetivo,
Bienestar material,
Bienestar laboral,
Relaciones con la pareja.
La primera da a conocer la satisfacción con la vida del evaluado, relacionada con la percepción de felicidad. La segunda se analiza respecto a los ingresos económicos y posesiones cuantificables. La tercera, en base al desempeño y ocupación laboral, lo cual puede ser un factor altamente estresante y dañino para la salud de una persona debido a que es la fuente de sustento personal y familiar. Por último, se sabe que la satisfacción de la relación de pareja es una fuente fundamental para el bienestar general.
Por otro lado, es preciso señalar que la vida engloba áreas como el trabajo, la familia, los estudios, la pareja y las actividades particulares de cada ser humano en búsqueda de su propio sentido. La mente tendrá dificultades para sentirse y valorarse en calma y gozo, si el cuerpo se encuentra sufriendo o está inhabilitado para ejercer su real potencial. Por ende, luego de haber interiorizado la información previa, podemos mencionar que la calidad de vida es el conjunto de condiciones que contribuyen al bienestar de los individuos y a la realización de sus potencialidades en la vida social.
¿Cuál es su relación?
Empecemos a hallar la función de cada concepto en nuestras vidas, porque mientras más conscientes y preparados estemos en teoría psicológica, podremos tener nuevas oportunidades de mejorar nuestra existencia legítima y única en el presente.
En consecuencia, se afirma que para reunir las condiciones de bienestar apropiadas para vivir llenos de sentido hacia donde descubrimos que estamos llamados por nuestras habilidades, experiencias y motivaciones, es vital desarrollarnos en un espacio y un sistema social que nos permita explorar, proyectar y afianzar estos tres pilares anteriormente mencionados.
Seguimos viviendo en una sociedad con déficit de meritocracia laboral y con un objetivo claro de explotación de los recursos humanos, situaciones que demuestran egoísmo y distancia afectiva con los demás…
Espiritualidad y salud
La salud comprende la relación fundamental entre el cerebro y el cuerpo, los cuales comparten un mismo ser. Los procesos biológicos influyen directamente, en beneficio o perjuicio, sobre los estados mentales, ya que es a partir de las experiencias vitales que se formulan las creencias lógicas e ilógicas. Estas creencias se construyen según nuestro estilo de vinculación parental y los episodios claves de nuestra historia, conformando así nuestra identidad personal.
La espiritualidad es reconocer la existencia de algo superior en la vida del ser humano, hacia lo cual me oriento con conciencia de mi finitud. También, permite encontrar sentido al orden y a la relación global de las cosas. Dejo de mirar la vida solo desde mis pensamientos y desde mis relaciones cotidianas, para buscar caminos de trascendencia.
1. Responsabilizar a otros / Autorresponsabilidad
Aceptar que mis decisiones han perjudicado mi propia vida puede generar conflicto interno. Por eso, muchas veces es más fácil culpar a otros: gobiernos, familia, amigos o el entorno.
Sin embargo, esta postura puede impedir reconocer que mis actos son responsabilidad mía. En ocasiones, desplazamos o acomodamos la responsabilidad según nuestra conveniencia, permaneciendo en actitudes egoístas que bloquean el vínculo profundo con los demás.
2. Estado pasivo / Tomar agencia
Un estado de reflexión o meditación constante, sin acción, puede limitar el crecimiento personal. Algunas personas, tras reflexionar, eligen no relacionarse. Otras desean compartir lo que saben, pero no encuentran cómo hacerlo.
Participan en contextos espirituales o de desarrollo personal, pero su respuesta habitual se centra solo en la meditación, oración o estudio, sin dar paso a la acción concreta. Esto genera una desconexión entre lo que se piensa y lo que se vive.
3. Socialización superficial / Vínculos humanos verdaderos
Uno de los retos más importantes en estos contextos es fortalecer la capacidad de socializar con profundidad y autenticidad. Quien está en búsqueda de sentido no juzga sin conocer ni comparte conclusiones sin experiencia.
Un criterio humano abierto al conocimiento y a la vivencia permite discernir decisiones, así como mantener o soltar vínculos según su aporte al presente.
4. Búsqueda de imagen sobresaliente / Autenticidad
El desarrollo humano, espiritual y profesional no son trofeos ni garantías de perfección. Tampoco son títulos que aseguren no cometer errores o no causar daño.
Estas dimensiones no nos hacen superiores ni merecedores de vanidad o reconocimiento vacío. Cuando me pongo al servicio de otros y comparto mis logros, conocimientos y experiencias, me acerco a un aprendizaje auténtico, profundo y trascendente.
Trascender desde la comunidad
Víktor Frankl, creador de la Logoterapia o Terapia del Sentido, propone 10 tesis sobre la persona. De las cuales, profundizaré en algunas.
Tesis III: “Cada persona es absolutamente un ser nuevo”
La cual me ha ayudado a valorar la existencia bio-psico-socio-espiritual de cada ser humano. Comprender que su presencia, ideas, acciones, producciones y reproducciones poseen una marca personal única en la historia y en el mundo, ha transformado mi manera de mirar a los demás.
Tesis IV: “La persona es espiritual»
A partir de ello comprendí que mis metas laborales, familiares, académicas o deportivas son temporales y materializables. Sin embargo, el ser humano no solo necesita pan, sino también conocimiento para alimentar lo cognitivo y un abrazo para nutrir lo afectivo, lo cual alimenta exponencialmente su espíritu.
Tesis VII: «La persona como unidad que se integra y se unifica con el entorno».
Durante mucho tiempo solía imaginar mis áreas de desarrollo como cajones separados, etiquetados y aislados entre sí. Pensaba que no se podían mezclar colores, roles ni formas de ser.
Mi exigencia y rigidez fortalecían esas ideas, alejándome de la verdadera unidad del ser. Me di cuenta de que relacionarme desde la fragmentación limitaba mi potencial espiritual y mi autenticidad en el mundo.
Esa sensación de insatisfacción, de no comprender mi misión, de no saber comunicar con mi voz y mis actos quién era ni cuál era mi lugar en el grupo, fue el inicio de una búsqueda más profunda.
Tesis X: La persona se comprende desde la trascendencia, opuesta a la soledad.
La décima tesis de Frankl afirma: “la persona no se comprende a sí misma sino desde el punto de vista de la trascendencia”. Hoy puedo decir que mi vida es trascendente, porque he resignificado y reorientado planes “buenos”, pero sin un sentido profundo que los ilumine.
Hoy pertenezco a grupos sociales donde quiero y necesito estar, construyendo obras que remarcan mi presencia y mi potencial espiritual diariamente. Las razones por las que elijo mis estudios y mi trabajo ahora están acompañadas de ese ingrediente auténtico y personal que solo yo puedo ofrecer desde la comprensión de mi ser persona y mi ser totalidad.
Trascender no es un acto individual. No se puede trascender solo en unidad con uno mismo.
Se necesita, de forma obligatoria y definitiva, de otras personas.
¿Cómo?
<<El espejo que no queremos mirar.>>
Este ha sido mi camino. Un camino que me ha sostenido con la calidez de un padre y una madre, no para llenar un vacío afectivo, sino para iluminar una vida que desconocía.
Una vida que yo mismo ocultaba bajo soberbia, resentimiento y señalamiento constante hacia los demás por mis sufrimientos y carencias.
Es más fácil acomodar la historia personal para no evidenciar al verdadero responsable: uno mismo, en parte y en algunos casos. Olvidamos que somos protagonistas de nuestra propia historia, con escenas perfectas y escenas fallidas, necesarias para llegar a versiones más auténticas de nosotros mismos.
Sin embargo, muchas veces queremos ser solo espectadores, comprando una entrada para observar y criticar, mientras colocamos a un personaje ficticio que nos representa como víctimas de la historia. Ese era yo.
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